martes, 22 de abril de 2008

Un concluso mal sueño sin retorno





Sobre la estancia indemne de las muralla,
lavo las dentelladas sobre un recuerdo,
que se marchita,
mientras teje sombras sobre la memoria,
que sabia despliega su vegetal transito,
y me aleja de un mal presagio,
tan antiguo como su crisálida,
ahogada en sus enfermedades que la parasitan sin descanso.
ahí se ignora el muro sombrío de las palabras,
y luce su blanca muerte, la palidez de su fantasmagórica ausencia,
donde no mece los fulgores de una orquídea,
que abrazó el invierno para caer sobre su suerte,
la mala suerte,
lo irreversible,
como una estampida sin rumbo,
mas dentro de la razón,
que de lo esperado,
suave calma después de las oleadas
las bandadas inclaudicables de una cuenta nueva,
una mirada con aspecto de lucir frente a los mármoles,
los sagrarios inconclusos,
por una estupida paradoja,
que portaba la mano de quien no quería soltarla
sobre un mantel sinuoso en la mesa servida de la vida,
donde doy mi espalda,
lo mejor de mi en estas horas,
y las siguientes,
con sus años arrastrando una perdición,
que se torna tranquila,
aceptable,
y deseada para siempre
la de no volver a sentir mas su llamada.

4 comentarios:

Unknown dijo...

enrique amigo, mejor no le sumemos el frío.


Cariñotes.

Josefa dijo...

Enrique. paso por tu casa para saludarte y agradecerte tu comentario en mi blog.
Que bonita poesía nos dejas en tu blog.
Despues de unos días de ausencia
me pongo al día leyendo estos maravillosos escritos y comentando para enviar mi cariño y compañia en la distancia.

Enrique de Santiago dijo...

Paloma amiga, que bueno sentir nuevamente tus visitas, he estado medio perdido pero iré a visitarte

Josefa: Gracias por tus saludos, es un agrado tu visita y nos estamos viendo y visitando en la blogosfera

Anónimo dijo...

Que bello escrito amigo mío, me has dejado con una sensación extraña, mezcla de muchas impresiones.
Marcela